El estado de Florida ha sido un líder a nivel nacional en cuanto a las opciones de educación oschool choices,y otros estados del país quieren recrear los programas implementados aquí, dijeron el martes los participantes de un panel en Miami.
“Lo que hemos logrado es grandioso pero nos queda mucho más por hacer”, dijo Manny Díaz, legislador estatal, quien aseguró que hay más entusiasmo dentro del movimiento deschool choiceen Florida, luego de la significativa ley educativa que aprobó la legislatura estatal. “Creo que finalmente nos movemos en la dirección correcta, que los contribuyentes están demandando la educación personalizada”.
El evento fue organizado por el James Madison Institute, una organización conservadora basada en Tallahassee, para discutir los beneficios de un sistema escolar público de opciones en Florida.
En el panel participaron también T. Willard Fair, presidente de la Liga Urbana del Gran Miami, y Julio Fuentes, presidente de Hispanic CREO y de la Cámara de Comercio Hispana de Florida. El panel fue moderado por Bill Mattox del James Madison Institute. Los participantes mayormente hablaron a favor de un sistema educativo que de más poder de decisión a los padres sobre que tipo de enseñanza quieren para sus hijos, ya sea en las escuelascharter, magneto o clases virtuales.
Estas manifestaciones de apoyo al movimiento que promueveschool choicese dan en un momento clave. En una semana una corte de apelaciones de Florida escuchará los argumentos de una demanda interpuesta por el sindicato de maestros Florida Education Association que busca declarar como inconstitucional un programa de exenciones tributarias para empresas que donan dinero a organizaciones que financian un programa de becas estatal.
Las becas son otorgadas a estudiantes de bajos ingresos que quieran acudir a escuelas privadas. El programa llamado Tax Credit Scholarship ofrece exenciones por cada dolar — hasta un total de $447 millones al año — a las empresas que donen a estas organizaciones.
En su demanda el sindicato de maestros argumenta que canalizar dinero de los contribuyentes a escuelas privadas disminuye los fondos que se pueden otorgar a las escuelas tradicionales.
En enero miles de padres y estudiantes marcharon en Tallahassee para pedir al sindicato de maestros que retire la demanda contra el programa, que funciona como una especie devouchersque reciben familias de bajos recursos.
Durante el panel del lunes Fuentes, de la Cámara de Comercio Hispana, dijo que la demanda es una “amenaza real” y que la cancelación de la exención tributaria afectaría a unos 80,000 estudiantes, 40 por ciento de estos de familias hispanas.
“Pero creo que estamos ganando en la corte de opinión pública”, dijo Fuentes. “Muchos padres están enojados con esto”.
Por su parte Fair, de la Liga Urbana del Gran Miami dijo que es necesario garantizar que todos los estudiantes, incluyendo los de bajos recursos y de minorías puedan beneficiarse de igual manera de las opciones educativas. Para eso es necesario que en la Florida se reconsidere la manera en que se está midiendo la capacidad de los estudiantes, a través de los exámenes estandarizados.
Independientemente del tipo de escuela a la que tenga acceso un estudiante de bajos ingresos y que provenga de un barrio pobre, como Liberty City, donde está basada su organización, “probablemente no le va a ir igual que a un estudiante de una escuela de Coral Gables”, en los exámenes.
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